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Mostrando entradas de 2016

Grateful - No one

First of all, this letter has three updates from where thoughts came over and many changes did too. A birthday letter from a best friend.  —First Update 05/06/16— I often complain about how much I deserve something or someone. I usually am the one that gives advices and receives nothing instead, the one that is always there for them to lie down and get rid of whatever they are concerned about. The one who is there. The one who never has somebody when is needed. The one who is left behind when they hangout together. The one who is satisfied with everything and never grumbles about anything. I have been alive for nineteen years that way and I could never figure it out it, what was like to have someone to trust blindly, until I met him. That person who makes me smile when I do not even want to, who is always wondering how do I feel when I look like I am doomed, who gives me his shoulder to cry down all my worries, the one who never allows me being sad, who never allows me to destroy mysel

Apogeo - Luis González

Convencido me postro ante el océano en la tarde. Convencido lucho contra el miedo a lo que aquellas aguas puedan ocultarme. Convencido que el azote marino no podrá superarme. Inútiles esfuerzos por flotar.  Inútiles brazadas por salir.  Inútiles bocanadas de aire por vivir. Inútil es mi vida al terminar.  Inútil es entre las brazas del mar.

Él. - Luis González

Gracia inocente con la que mueve sus manos al hablar. Delicadeza con la que curva sus labios al sonreir. Sin detener sus ojos de detallar mis imperfecciones... Acusándome de ser el hombre más bello del mundo... Cuando claramente sólo lo soy para él... Y el hermoso es él. Ligeramente pálido, coloración de su pureza oculta. Con un andar desequilibrado que para mí es recordatorio de lo frágil que es. De espalda ancha, perfecta para rodear mis brazos por ella y así cumplir con la satisfacción de darle mi protección en un abrazo. Piel suave que se hiela cuando mis labios la rozan. Pensamientos duros que con acciones contradictorias ocultan su verdadera Gentileza. Suavidad. Protección. Fragilidad. Pureza. Belleza. Detallista. Delicadeza. Gracia. Ese es el hombre que amo.

Éxtasis - Luis González

Sus labios frotaban los mios y aquel sutil roce envió torrentes de sensaciones placenteras por mi cuerpo. Sus senos me ahogaban en el placer que emanaba de sus poros. Sus dedos trazaban con delicadeza los bordes ásperos de mis pezones. Su espalda se arqueaba sobre mí en un arco abierto al placer que yo le causaba. Sus pupilas se dilataban y sus ojos desorbitaban con los toques inexpertos de mis dedos sobre su sexo. Sus labios decorados deliciosamente con expresiones desesperadas ante la presión de mis manos sobre su cuello. Su respiración se agitaba anhelando el oxígeno que mis pechos le negaban. Su espalda esta vez se curvaba entre el forcejeo que el miedo a ella le causaba. Sus pupilas eran ya un pequeño punto en el iris cuando yo de su cuerpo desnudo e inerte me alejaba.

Inocente - Luis González

Y una mente inocente nació de su sexo, expulsando densas lágrimas que alcanzaban su quijada y añoraban los mimos de una mente vacía. Y de la mente vacía, surgió con el paso del tiempo, la pequeña belleza inexplicable de una mente absorbente, sedienta de conocimiento. Y el conocimiento poco a poco dejó de desarrollarse, y se tornó en una mente retograda e irresponsable cuyas variables vitales eran la rutina y los vicios del cuerpo. Y por los vicios del cuerpo, malestares la agobiaban, poco a poco llenandola de vida y muerte, bañando esa mente vacía con responsabilidades y gastos inalcanzables. Y lo inalcanzable fue cubierto con inexpertos roces de acero en su sexo, arrancando de ella aquella mente inocente. Y una mente inocente no nació de su sexo, expulsando densas lagrimas que no alcanzaron su quijada y añoraban los mimos de una mente vacía. Y esa mente vacía que esta vez no lograría ver a la inocencia crecer, se desvanece.

No veo la hora de salir de este lugar - Luis González

Grité mentalmente cuando mi mano soltó la roca que estaba escalando; todo éste lugar eran montones de piedras grises que asemejaban un horma. Mis dedos eran ágiles aferrándose a las piedras pero mi resistencia no era suficiente para mantenerme asida por mucho tiempo. Me caí y perdí el ohm que colgaba de mi cuello, el único objeto que me ataba a mi dimensión, un collar de hierro violeta que me recordaba a mi padre, aquel que nunca volvería a ver; pues los rincones de éste lugar no tenían fin, igual que mi encierro… Y mi deseo, era salir de aquí.